Las visiones para las bibliotecas públicas del futuro se compondrán de decisiones estratégicas en cuatro dimensiones diferentes, cada una de las cuales consta de un flujo continuo de opciones que subyacen entre dos extremos.
Dimensión 1: De Bibliotecas Físicas a Virtuales
En un extremo de esta primera dimensión se encuentra el caso de una biblioteca totalmente física, que tiene dos componentes –unas instalaciones y material físico. La biblioteca completamente física ya no es estratégicamente realista sino que, más bien, el extremo más realista del flujo continuo de lo físico a lo virtual es una biblioteca física que ha añadido una presencia Web a sus instalaciones esencialmente físicas y una selección cuidadosa de material virtual a su amplia colección de material físico, que probablemente se han convertido en una colección principalmente externa compartida con otras bibliotecas de su región.
En el otro extremo de esta dimensión se encuentra el caso de una biblioteca totalmente virtual, que también incluye “instalaciones” y materiales. Sin embargo, a diferencia de la biblioteca física, es posible imaginar una biblioteca virtual totalmente realista en la que estos dos elementos llegan a ser virtuales. Los usuarios de esta biblioteca virtual satisfacen sus necesidades –búsqueda y adquisición de material, obtención de respuestas a sus preguntas, participación en reuniones– accediendo a la Web de la biblioteca desde cualquier parte a través de Internet. Este extremo constituye el reto más difícil para la biblioteca pública en su forma actual.
Aunque actualmente la mayoría de las bibliotecas públicas se encuentran cerca del extremo físico de este espectro de posibilidades, casi todas se sienten atraídas hacia el extremo virtual por el rápido crecimiento de la disponibilidad de material digital en Internet. ¿En qué parte de esta dimensión aspiran las bibliotecas a funcionar en el futuro?
Dimensión 2: De Bibliotecas para Personas Individuales a Bibliotecas Comunitarias
La segunda dimensión trata de la atención de la biblioteca hacia sus usuarios: personas individuales o la comunidad. En un extremo de esta dimensión se encuentra la biblioteca centrada totalmente en el individuo, para satisfacer las necesidades de sus usuarios uno a uno. El mobiliario y equipo se diseñan para que las personas puedan encontrar y utilizar los recursos de la biblioteca con privacidad y comodidad, con las mínimas distracciones y en salas silenciosas de lectura. El personal de la biblioteca ayuda a cada usuario a satisfacer sus necesidades, ya sea el acceso a materiales o ayuda para resolver una duda o para crear textos u objetos digitales, sirviéndose de los sistemas de recomendación para seleccionar el material adecuado para cada usuario basándose en sus elecciones anteriores. Además, esta biblioteca puede ofrecer acceso a tecnologías que no están al alcance de la mayoría de las personas debido a su coste o dificultad de uso como, por ejemplo, impresoras de libros, pantallas muy grandes o videojuegos de última generación. La mayoría de estos servicios, con la excepción del mobiliario y el equipo, también se pueden ofrecer virtualmente a través de Internet.
Una biblioteca que se centra en la comunidad lo hace, por ejemplo, ofreciendo a grupos espacios para trabajar y reunirse; convocando a grupos para trabajar en proyectos de la comunidad, celebrando en sus salas eventos de interés comunitario; creando y manteniendo archivos de documentos locales, objetos, memorias y recuerdos y organizando presentaciones y exposiciones de materiales de interés local. También puede ofrecer tecnologías avanzadas y caras que, de lo contrario, no estarían al alcance de los miembros y grupos de la comunidad. Estos servicios están disponibles en la biblioteca física y, en la medida de lo posible, en Internet.
Dimensión 3: De Bibliotecas para la Colección a Bibliotecas para la Creación
Esta dimensión trata de la forma en que la biblioteca atiende a sus usuarios. En un extremo está la biblioteca puramente para la colección, un lugar para ir a asimilar información, adquirir conocimiento, disfrutar del arte y entretenerse. Ya sea en la forma física o virtual, esta biblioteca desempeña el papel tradicional de las bibliotecas ofreciendo un acceso rápido y gratuito a sus colecciones.
En el otro extremo está la biblioteca para la creación, que ha ampliado su función y se ha convertido en un lugar donde se crean los materiales que transmiten la información, el conocimiento, el arte y el entretenimiento utilizando el equipo especializado y las instalaciones de la biblioteca. Sus usuarios se encuentran en una situación privilegiada para contribuir al desarrollo del material que ya existe en la biblioteca.
La biblioteca para la creación ha ampliado su función y se ha convertido en un lugar donde se crean los materiales que transmiten la información, el conocimiento, el arte y el entretenimiento utilizando el equipo especializado y las instalaciones de la biblioteca.
Dimensión 4: De Bibliotecas Portal a Bibliotecas Archivo
La última dimensión trata de la propiedad del material de una biblioteca al que sus usuarios acceden. En un extremo se encuentra la biblioteca portal, una “ventana” a través de la cual los usuarios de la biblioteca pueden acceder a una gran variedad de recursos que son propiedad de otras instituciones. Esta biblioteca puede tener una instalación física con acceso a la red y bibliotecarios que ayudan al usuario a encontrar los recursos apropiados, aunque tenga poco o ningún material físico o virtual propio. Debido a sus mínimas necesidades físicas, estas bibliotecas pueden encontrarse en locales comerciales u oficinas de centros comerciales, edificios de oficinas u oficinas del gobierno local, posiblemente incluso en las escuelas públicas.
En el otro extremo se encuentra la biblioteca archivo, cuya función es contener materiales documentales de diversos géneros y soportes, ya sean físicos o virtuales. Una biblioteca archivo pura se parecería a una biblioteca física de libros raros. Las bibliotecas públicas locales son bibliotecas archivo en el sentido de que tienen colecciones de libros comerciales, revistas, CDs y DVDs, aunque pueden convertirse en el único archivo para los materiales locales de los tipos mencionados para la biblioteca comunitaria, tanto en el formato físico como virtual. Incluso entre las colecciones de libros tradicionales y otros tipos de materiales, pueden convertirse en archivos para géneros o temas especializados, actuando como el sitio de referencia de estos materiales para otras bibliotecas y sus usuarios.
Ilustración de Jennifer Bishop.
Dirección estratégica para una biblioteca del futuro.
A la hora de escoger una visión para el futuro y formular una estrategia para su consecución, una biblioteca debe tener en cuenta varios factores clave. La elaboración meditada de la estrategia teniendo en cuenta estos factores puede ayudar a la biblioteca a prever los cambios y tomar medidas que puedan mejorar sus posibilidades de conseguir su visión deseada en lugar de reaccionar pasivamente a las tendencias a medida que suceden.
Tomaremos el proceso de Definición de la Dirección Estratégica que ha desarrollado Roger E. Levien durante los últimos 25 años a través de su eficaz aplicación en la Corporación Xerox, el Centro Nacional para Aplicaciones de Supercomputación de la Universidad de Illinois y otras empresas Fortune 500 e instituciones sin ánimo de lucro. La biblioteca debe:
1- Establecer claramente su misión y objetivos— su naturaleza específica y las necesidades de sus usuarios.
2- Considerar cuidadosamente las tendencias e influencias externas importantes que probablemente le afectarán en un futuro previsible, presentándolas como un conjunto de premisas que comparten los responsables de la institución—una visión explícita del mundo.
3- Realizar un análisis crítico de qué puntos fuertes o ventajas tiene en relación con sus probables “competidores” como, por ejemplo, Netflix, Google, y Amazon. Estas ventajas incluyen tanto lo que hace o sus competencias básicas como lo que tiene o su capital estratégico.
Juntos, estos puntos fuertes constituyen la parte principal de la visión de la biblioteca.
4- Basarse en los imperativos estratégicos que se derivan tanto de un análisis de la visión del mundo como de la visión de la biblioteca en su conjunto. Los imperativos estratégicos son acciones que se deben llevar a cabo a la vista de esas realidades. Por ejemplo: “Esta biblioteca debe asegurarse de que todos los bibliotecarios futuros que contrate tengan una buena formación y experiencia en la evaluación y uso de las fuentes de información de Internet”.
5- Examinar las visiones alternativas para su futuro, algunas de las cuales se describen en este informe. A continuación, debe evaluar cuáles de estas visiones responden a los imperativos estratégicos y son posibles dado el contexto externo (visión del mundo) y teniendo en cuenta la competencia en función de los puntos fuertes de la institución
(visión de la biblioteca).
6- Tomar una decisión basándose en esta información para dirigir el curso estratégico hacia una visión específica que combine las decisiones estratégicas tomadas en cada una de las cuatro dimensiones descritas anteriormente. En este punto, puede percibirse que la institución carece de ciertas competencias o valores estratégicos básicos esenciales para el logro de esta visión. Por lo tanto, un elemento importante de la puesta en práctica de la estrategia será tomar medidas para adquirir estas competencias o valores mediante la contratación, formación o cooperación con otra institución.
Mientras se pone en práctica la estrategia, no se deben perder de vista las premisas representadas por la visión del mundo y la visión de la biblioteca. Cambios importantes en estas premisas pueden justificar una corrección a mitad de camino en la estrategia. Por lo tanto, aunque sea el resultado de cuidadosas reflexiones, ninguna estrategia se puede considerar inmutable.
Referencia bibliográfica:
Levien, Roger E. (2011). Enfrentarse al futuro: Visiones Estratégicas para la Biblioteca Pública del Siglo XXI. Oficina para Políticas de Actuación en Tecnologías de la Información : ALA. Informe Nº 4, junio. Recuperado de: http://www.ala.org/offices/sites/ala.org.offices/files/content/oitp/publications/policybriefs/enfrentarse_al_futuro.pdf (consulta 21 octubre 2014)
Encuentre artículos relacionados aquí: http://www.ala.org/offices/oitp/publications/policybriefs
Ejemplo de aplicación de estrategias de una biblioteca de futuro:
Biblioteca a-Go-Go
Galería de imágenes:
https://www.flickr.com/photos/ccclib/sets/72157623556476300/